Muchas veces por desconocimiento o falta de educación emocional, cuando algo te hace sentir incómodo, la tendencia es a REPRIMIR todo lo que sientes para evitar sentir más dolor o simplemente para no crear más conflictos.
Sin embargo, más allá de aliviar la carga emocional acumulada, lo único que logras es no liberarla y seguirla acumulando en el tiempo y en tu cuerpo.
Le vas dejando la responsabilidad al tiempo para que sane tus heridas, perdiendo la posibilidad de poder identificar realmente lo que está sucediendo en ti.
Eso que no te atreves a soltar y que guardas dentro de ti se convierte en:
- Pensamientos distorsionados que te limitan…
- Eso que no le dices a nadie por “miedo a…”
- Esa “pelea” constante que te crea dolor y sufrimiento y las ganas de que eso acabe.
- El deseo de gritar a los cuatro vientos que tienes miedo, que estás triste, enojado o frustrado.
- Esa creencia de que la única opción es que “tienes que” ser fuerte.
- Las ganas de huir encerrando a tu ser vulnerable.
¿Te sientes identificado?, ¿necesitas más señales para poder tomar acción?
¡Suelta ya toda esa carga con la que ya no puedes más! Hazte responsable de tu vida y comienza a aplicar eso que has venido aprendiendo. Recuerda que no es tarea de los demás, ¡es solo tuya!
¡Reacciona!
¿Cuándo fue la última vez que lloraste?
¿Cuánta rabia no has dejado salir?
¿Cuánto miedo se ha quedado en ti?
¿Cuánta tristeza te has negado a permitir?
¿Estás listo para comenzar?
Busca un lugar privado y suéltalo.
- ¿Sientes ansiedad? ¡sácala!
- ¿Sientes tristeza? ¡sácala!
- ¿Sientes miedo? ¡sácalo!
- ¿Sientes rabia? ¡sácala!
Sí, eso que estás recordando ahora, eso que tu cuerpo siente, ¡sácalo!
¿Pudiste identificar cuántas “emociones negativas” has estado acumulando?
¿Queda algo más dentro de ti?
Me vas contando…
Juntos en tu proceso de sanación y transformación, ¡la seguimos!
najiba